Es interesante observar qué te van produciendo ciertas lecturas, o cosas que ves. Estar leyendo el blog de La lesbiana argentina me llevó anoche a buscar “Las canciones de Bilitis” de Pierre Louÿs.
Ese libro lo compré en 1989, el año en que salí del closet, del armario, o el año en que me visibilicé.
Obviamente que la existencia de “Eroica” de Diana Bellessi y los poemas de Adrienne Rich opacaban a un autor hombre escribiendo sobre cosas de mujeres, pero allí empecé a entrever esta cuestión de sensibilidad o lo que se podría llamar luego como travestización del discurso.
El texto de Louÿs es de 1894, más o menos, si bien lo empieza a escribir antes.
Con él podemos juntar a André Gide y a Kavafis. Uno de mis tríos predilectos. Los amantes y poetas. Son amigos, casi los abuelos gays, hablando de genealogía.
Aquí va un texto de Louÿs:
Penumbra
Nos deslizamos, ella y yo, bajo las sábanas de lana transparente. Incluso nuestras cabezas se acurrucaban. Y la lámpara iluminaba la colcha que nos cubría.
Así yo veía su cuerpo querido en una luz misteriosa. Estábamos más próximas la una a la otra, más libres, más íntimas, más desnudas. «En la misma camisa», decía.
Nos acostamos peinadas para estar aún más desnudas, y en el aire cargado del lecho, ascendían, emanados de dos pebeteros naturales, dos olores de mujer.
Nadie en el mundo, siquiera la lámpara, nos vio aquella noche. Sólo ella y yo podríamos decir cuál de las dos fue amada. Pero los hombres no sabrán nada.
Un regalo para Ire y para todas las lesboblogueras amigas.
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